Un poco más tarde que otros años, pero ya todos los alumnos que han terminado su periodo de formación catequética para prepararse para la comunión, han podido participar de la Eucaristía como miembros activos de la Iglesia. En mayo fueron los alumnos de 4º que han tenido que esperar un año para celebrar su Primera Comunión. En grupos más reducidos y disfrutando de la acogida de las parroquias de San Millán y San Andrés dieron este paso que muestra su crecimiento y su compromiso cristiano.
En junio ha sido el turno de los alumnos de 3º. En cuatro grupos divididos entre los días 12 y 19 y en el incomparable marco de la iglesia parroquial de San Millán, a la que pertenece el colegio, culminaron su proceso. Rodeados de sus familias, de la familia marista y, por extensión, de la familia cristiana disfrutaron de un emotivo y sentido día.
Un motivo de felicidad y de alegría para toda la comunidad educativa que, poco a poco, va recuperando los ritmos y la normalidad.