Toda la comunidad educativa recuerda el encuentro que lo cambió todo.
El padre Marcelino encontró en el joven Montagne la razón que le empujó a crear la obra de la que el colegio de Segovia es uno de sus reflejos. Los Hermanitos de María serán el comienzo de su sueño por cambiar la realidad de todos los niños y jóvenes, de darles la oportunidad de crece y de llegar a ser ciudadanos formados, íntegros y con vocación de transformar el mundo en un lugar mejor.
Un recuerdo. El que cada clase ha hecho en Tutoría de lo que vivió Marcelino junto a Montagne.
Un símbolo. El hermanamiento que ha unido a las clases de los mayores de Secundaria con sus compañeros más pequeños de infantil y Primaria para celebrar un día tan especial.
Un compromiso. El de sentir como propia las necesidad que, como la que vivió el joven Montagne, padecen niños y jóvenes de nuestro mundo. Ese compromiso ha llevado a cada clase a realizar un gesto que enviarán al Proyecto Urogallo de Ponferrada. Obra Social marista que, junto a Cáritas, desarrolla una labor de acogida, formación y acompañamiento en el crecimiento de niños y jóvenes en riesgo de exclusión social.
Una jornada, el día Montagne, para reflexionar, sentir y tomar impulso para seguir transformando el mundo.