Con la llegada del nuevo curso comienza la implantación de la nueva ley de Educación. Lo hará en los cursos impares y el claustro se ha puesto «manos a la obra» para conocer en profundidad las nuevas posibilidades que ofrece el nuevo marco normativo para continuar buscando el crecimiento y aprendizaje de cada alumno. Un nuevo curso que supone una nueva oportunidad para mejorar y continuar avanzando. Una nueva ley, pero un mismo objetivo: conseguir que cada alumno vaya construyéndose y siga dando forma a alguien cada vez más capaz, más competente, más ilusionado, más curioso, más solidario, más feliz.