Cada mes de mayo, la Familia Marista vive con especial sentido gran parte del origen de su vocación de formar nuevas generaciones desde el ejemplo de María. Una María siempre presente y que se recuerda durante un mes de celebración.
Afortunadamente, este curso han comenzado a recuperarse algunas de las acciones colegiales que mostraban el cariño y el fervor con el que el colegio siente la cercanía de la Buena Madre.
La capilla colegial ha vuelto a acoger cada día a un curso para celebrar ante María el curso que ya se acerca a su recta final, dar gracias por lo vivido y coger impulso para continuar creciendo.
Otra de las salidas, que sin duda se han echado de menos estos dos últimos años, ha sido la tradicional Bajada a la Fuencisla. Todos los cursos, han visitado a la patrona de la Ciudad, que además da nombre al colegio, en un acto de acción de gracias acompañado de la ofrenda floral a la Virgen de la Fuencisla.