Vuelve la normalidad.
Ya se fueron dejando atrás las distintas restricciones que impuso la realidad. Se echaba de menos ver las sonrisas, reconocer los rostros, estar juntos, abrazarse.
Por fin ha llegado el momento en el que recuperar la forma de relacionarse, aprender y seguir creciendo pudiendo mostrar la cercanía también físicamente.
Hemos sido capaces de hacer frente a las dificultades. Se ha mantenido con responsabilidad, aunque haya costado, la distancia, las medidas higiénicas, los protocolos establecidos… Y todo ello ha hecho crecer y aprender. Aprender es ser capaz de hacer frente y superar las dificultades que nos encontramos. Eso sí…, hágase de nuevo, a partir de ahora, sabiendo disfrutar de poder hacerlo junto al otro y pudiendo mostrarle el afecto y la cercanía también con un abrazo.